Ceuta, 8 de marzo de 2025.
Día ventoso y muy nuboso. Las previsiones decían que iba a estar cerrado todo el día, pero que a las 8:00 h se abriría un claro que yo quería aprovechar para contemplar el amanecer.
La suerte ha estado de mi lado. Entre las nubes y el horizonte quedaba abierta una franja despejada que concentraba los colores anaranjados y rojizos que anteceden a la salida del sol. La densas y oscuras nubes son conducidas a gran velocidad por el viento de poniente. La cortina de lluvia es visible en el mismo espacio en el que el rojo es más intenso.
Las nubes pasan del gris al celeste en la parte alta y al rojo en su superficie.
El lienzo se vuelve rosa hasta el mismo cenit tornándose a rojizo minuto a minuto. La composición es de una belleza extraordinaria gracias a las nubes que han absorbido el rojo del alba y lo mantienen durante un tiempo inusualmente extenso que superó la media hora.
La velocidad a la que discurrían las nubes era elevada modificando, de manera constante, la conformación del panorama. Un grupo de milanos se concentran sobre la batería de las Cuevas.
En estos días en los que se alían el fuerte viento y las nubes suceden fenómenos extraños, como una serpiente o dragón que se mueve por Oriente o unas bandas transversales luminosas en mitad del Estrecho de Gibraltar.
A las 8:45 h el viento se calma, como si todas las fuerzas de la borrasca estuvieran ya desplegadas y fuera a descargar la lluvia.
El frente de lluvia se extiende entre Tarifa y Getares. No creo que tarde mucho en atravesar el Estrecho y llegar a Ceuta. El avance de la lluvia, al encontrarrse con la luz del sol, dibuja el arranque de un arcoíris que no llega a fructificar.
Un velero, más propio de tiempos pretéritos, pasa a escasa distancia de Punta Almina y toma dirección a la bahía de Algeciras ennegrecida por la lluvia.
Las pequeñas pateras y botes pesqueros regresan a puerto escoltados por decenas de gaviotas.
Después de desayunar me he acercado a Calamocarro. A las 10:45 h llovía con intensidad y no parece que vaya a escampar pronto. El cielo está completamente tomado por monocromas nubes grisaceas.